Carros de fuego



Hace ya muchos años que se estrenó esta película..
. tantos como que en esa época yo formaba parte del equipo de atletismo escolar de mi colegio de EGB (lo que hoy en día se llama primaria, aunque con la edad que tenía ahora sería la ESO... vaya nombre tan patético y despectivo ¿no?)

Recuerdo que nuestro entrenador nos pidió que, si podíamos, fuéramos a verla. Y allá nos fuimos todos, como si fueran los deberes del día. Recuerdo que la emoción en las diversas escenas de carreras nos hacía sudar mares y gritábamos como si con nuestros ánimos los protagonistas pudieran recuperar esos metros perdidos frente a sus rivales. Aún mantengo vívida la escena en que un corredor tropieza y cae al suelo pero consigue levantarse y alcanzar a sus rivales... pero no tengo claro si llegaba a ganar o no la carrera. Quiero pensar que sí... para algo los ingleses son los protagonistas ¿no?


La sensación que me embarga cuando rememoro la película es de un regusto placentero motivado por el hecho de que en ella se plasma cómo un deporte tan absolutamente individualista como el atletismo puede generar amistad y un intenso trabajo en equipo.

La escena inicial (que podréis ver en el vídeo) es un buen resumen de lo que comento... el equipo al completo corriendo con los pies desnudos en la orilla de una playa y sonriendo mientras el viento golpea sus rostros. Si al poder evocador de estas imágenes le unimos la maravillosa música del griego Vangelis, que acompaña a la perfección la estética heróica del film, tenemos un completo menú no sólo fácilmente digerible sino además maravillosamente aderezado.




Pues resulta que algo así siento yo cada vez que corro en compañía de mi grupo de amigos del CARMA (Centro de Alto Rendimiento Marisqueiro... sí el nombre tiene tela)... y es que con ellos disfruto a pesar de que el recorrido sea tan duro y largo como el que hoy hemos hecho porque en su compañía me siento en mi medio natural, acompañado, comprendido y disfrutando de una pasión común. Es una sensación difícil de transmitir, y por eso os la ilustro con imágenes... por algo dicen que valen más que mil palabras. Para ellos mi agradecimiento y para vosotros la invitación a que un día de lluvia salgáis con unas zapatillas de deportes y trotéis (no más) un par de kilómetros(tampoco más). Os aseguro que se puede ser muy feliz de una forma tan sencilla.

13 comentarios:

dintel dijo...

No hace falta que lo asegures, se nota.

JOAKO dijo...

Y no dices nada de vangelis...

http://es.wikipedia.org/wiki/Vangelis

Yo creo que sin su música la épica de estas imagenes se quedaría en la mitad o menos.

Agüita dijo...

Gracias a ti por tu compañia y amistad, es un placer disfrutar de lo que nos gusta aunque para ello tengamos que "sufrir a nuestra manera"; la pelicula sin la musica de Vangelis no seria lo mismo, has tocado uno de mis compositores favoritos, desde que lo descubri, a finales de los 70, Opera Sauvage fue el primer LP que me compre de su amplia discografia.
un saludo

Belén dijo...

Buf... es envidiable que se disfrute tanto de un hobbie ;)

Besicos

Fernando dijo...

..e iso que faltei eu. A verdade e que lendo o que puxestes todos no foro entraban gañas de correr pero non me deixa a prudencia, jejeje...

e por certo, en Porto farei de lebre nos primeiros 14 e de can nos últimos, je je je ...

Maloquesoy dijo...

"Siento que Dios me ha creado con un objeto determinado en la vida, pero también me ha hecho rápido y cuando corro siento su gozo"

Harold Abrahams.

Intento transmitirle a mis alumnos lo que para mi significó esta película. Intento hacerles ver que despues de más de 15 visionados se me sigue poniendo la piel de gallina cuando Moussambani rompe el sombrero.
Pero les aburre. No entiendo nada.

Saludos y buen blog.

Banderas dijo...

Dintel¿se nota mucho? ¡Glups! Mira que me pongo "colorao".

Bicos ;-D

JOAKO, la verdad es que lo pensé mientras ideaba la entrada pero luego, con el sueño, se me pasó. Enseguida lo arreglo. No te ocupes.

Un abrazote ;-)

Aguita, ¿tú también quieres ponerme colorao? ¿o qué?. Es cierto, la lírica épica que domina la película está perfectamente acompañada y ensalzada por la música de Vangelis... aunque no sea un tipo de músico del que yo sea devoto.

Confieso que, en general, la música electrónica me hastía (probablemente porque suena demasiado metálica, demasiado artificial). Para mi gusto tuvo su época y punto... y Vangelis, desde luego, es uno de los mejores exponentes de ese "género" junto con personajes como Jon Anderson, Kítaro, Rick Wakeman, Kraftwerk, Jean-Michelle Jarre y Tangerine Dream... casi todos ellos desaparecidos en el baúl de los recuerdos.

Belén, no me puedo creer que tú no seas capaz de disfrutar tanto o más que yo de algo. Te hacía más hedonista ;-)

Bicosssssss ;-)

Fernando, fixeches moi ben en descansar despois da malleira que levaches en Berlín. Sei que podemos dar envexa, pero tamén sei que un maratón conleva un período de descanso relativo que, se non se fai, pode ter consecuencias moi desagradables... así que moito sentidiño, rapaz. ¡Vémonos, can!

Maloquesoy, no recordaba esa frase... muy de la época. Creo que yo tampoco entendería que alguien no se emocionara con esta película, pero la cuestión estriba -a mi corto entender- en que entre los valores que priman actualmente en la sociedad no están el espíritu de sacrificio, el amor por el trabajo bien hecho, el orden, la justicia o la honestidad. La juventud tiende a tomar ejemplo de lo que triunfa en la sociedad y eso, por desgracia, es lo que hoy triunfa en lo más visible de la sociedad: los medios de comunicación.

Por cierto ¿me podrías aclarar si la escena que recuerdo es correcta? ¿Quién es el corredor que tropieza y cae para luego ganar? ¿Llega a ganar o no? Gracias.

Un abrazo (y gracias por el piropo)

Raquel dijo...

Sí, creo que tienes mucha razón.
En realidad, creo que hacer deporte (el que sea) es calidad de vida y salud mental.
También muy de acuerdo contigo en lo de la naturaleza individualista del atletismo y la unidad que puede crear.

khene dijo...

Cuando nos veamos, si quieres, te presto el DVD de la peli y lo descubres por ti mismo ;-D

Venga, meu, que el 8 de noviembre está a la vuelta de la esquina :-D

banderas dijo...

Raquel, en efecto, si no corriera seguramente estaría haciendo sesiones de psicoterapia o algo similar... Ja!Ja!Ja! Mientras corro no sólo libero tensiones y endorfinas... también distraigo mi mente de los problemas... y de paso tengo a raya el colesterol... Ja!Ja!Ja!

Sobre lo del individualismo (que en el atletismo es más que evidente) tengo que decir que es increible las amistades que es capaz de generar cuando se practica básicamente porque se disfruta haciéndolo. Respecto de este tema debe ser el único en que no coincido con la visión del atletismo de Murakami... y es que él es un "perro solitario" por naturaleza, como ha confesado en más de una ocasión.

Bicos ;-)

Khene, no recordaba que tuvieras la película en cuestión. Está bien... me gustaría volver a disfrutar de ella nuevamente.

¿A la vuelta de la esquina dices? Sí... sólo quedan algo más de cuatro semanas de duro entrenamiento... y no veo el día de terminarlo... arfff! arfff! ;-P

Fernando dijo...

Ola Banderas, xa ves que seguimos parando por ese fondeadero. Totalmente de acordo con todo o que dís. Coas sensacións co comentario da pelicula, co da música. A min pasame o mesmo, agora tamén amplio a épica do sinxelo que transmite sensacións profundas.
Unha aperta
Fernando, o outro.

Möbius el Crononauta dijo...

Puto Vangelis... ¿quién se imagina ahora las escenas en cámara lenta sin su musiquilla? taninonaninooo

Saludos

banderas dijo...

Fernando, xa sabes que neste porto sempre eres ben recibido. Xa supuña que eras outro Fernando... o outro é un tal "Mincha" para os colegas. Grazas por pasarte e comentar.

Muy cierto, Möbius. Resulta absolutamente impensable ver esas escenas sin la música que tan bien calza con esas imágenes.

Un saludo ;-)