Ayer por la tarde tuve la ocasión de disfrutar durante una hora, y junto a mis dos hijos, de una experiencia más que recomendable. Dentro del Festival de Música de Vigo "Are-More" se programaron este año nuevamente unos conciertos para bebés. No es la primera vez que los incluyen dentro de la programación, pero esta sí fue mi primera vez y la disfruté incluso más que ellos, que ya en abril pasado tuvieron la suerte de vivir y sentir la música a escaso medio metro.
Imagen que ilustra el concierto en la página Web del Festival Are-More
Como mis palabras se quedan cortas, os pego la descripción que de un concierto similar a éste hizo desde Valencia, y para el diario "El Norte de Castilla" una periodista llamada Teresa Torres.
Una veintena de bebés asisten en Valencia a un concierto para recién nacidos
Una veintena de bebés asisten en Valencia a un concierto para recién nacidos
Risas, bailes, gritos, aplausos, gateos y algún que otro lloro resultan, desde ayer, de lo más natural en el Palau de la Música, que dedica, hasta hoy y por primera vez en su historia, una serie de conciertos a los asistentes más pequeños que nunca antes había acogido: bebés de hasta un año.
Las luces se apagan, comienza a sonar la música, se suceden proyecciones audiovisuales de carácter infantil y, por unos instantes y contra todo pronóstico, se hace el silencio en la sala... Pronto, las risas de Alba se encargan de romper el hielo. Subida en las rodillas de su abuela Amparo es la primera en moverse y animar al resto de los asistentes que aguardan expectantes y sorprendidos ante el que se ha convertido en su primer recital. Su abuela, Amparo Cárdena, la ha llevado porque asegura que a ambas les gusta la música clásica y que la escuchan «también en casa». Alba, la más bailaora del concierto, deja claro que se divierte a ritmo del arpa, la flauta y la percusión, que dan forma a temas de Mozart, Bach, Strauss o Brahms, pero también de maestros valencianos como Rodrigo. «Hemos intentado crear un registro suave y muy melódico, lo que ha permitido que los niños estén muy atentos», señaló Federico Peris, uno de los músicos del concierto.
«Alba no ha perdido de vista ni un detalle», aseguró su abuela, quien apuntó: «me encantaría que repitiesen esta iniciativa». Frente a la cierta tranquilidad de la mayoría de los cerca de 25 bebés que asistieron al primero de los dos conciertos celebrados ayer, la pequeña Lorena, ya fuera aplaudiendo, bailando o gateando, no paró quieta. La música, lejos de servir para dormir a los pequeños, despertó en ellos todo tipo de sensaciones. Mario, uno de los más pequeños con apenas dos meses, se despertó en cuanto empezó a sonar la música.
Como quiera que una imagen vale más que mil palabras, os acerco un video sobre una experiencia similar a la que os comento. Es un video de oeste.tv, cadena portuguesa de televisión caracterizada por su análisis en profundidad. Altamente recomendable... y se entiende muy bien.
En España, además de la experiencia viguesa y valenciana, he encontrado alguna referencia a experiencias similares en San Sebastián (hace ya algunos añitos).
En el caso de Vigo, repetimos músico. Se trata del pedagogo y músico portugués Paulo Lameiro, con quien los técnicos de la organización y el público debieron quedar tan encantados la ocasión anterior como yo ayer mismo. En abril el diario El País recogió en un artículo parte de la experiencia y opinión del músico y, después de leerla, he llegado a la conclusión de que mi hijo pequeño está muy dotado musicalmente, ya que se quedó como embobado y apenas se movió durante la experiencia. ¡Y yo pensando que era porque tenía sueño!
Las luces se apagan, comienza a sonar la música, se suceden proyecciones audiovisuales de carácter infantil y, por unos instantes y contra todo pronóstico, se hace el silencio en la sala... Pronto, las risas de Alba se encargan de romper el hielo. Subida en las rodillas de su abuela Amparo es la primera en moverse y animar al resto de los asistentes que aguardan expectantes y sorprendidos ante el que se ha convertido en su primer recital. Su abuela, Amparo Cárdena, la ha llevado porque asegura que a ambas les gusta la música clásica y que la escuchan «también en casa». Alba, la más bailaora del concierto, deja claro que se divierte a ritmo del arpa, la flauta y la percusión, que dan forma a temas de Mozart, Bach, Strauss o Brahms, pero también de maestros valencianos como Rodrigo. «Hemos intentado crear un registro suave y muy melódico, lo que ha permitido que los niños estén muy atentos», señaló Federico Peris, uno de los músicos del concierto.
«Alba no ha perdido de vista ni un detalle», aseguró su abuela, quien apuntó: «me encantaría que repitiesen esta iniciativa». Frente a la cierta tranquilidad de la mayoría de los cerca de 25 bebés que asistieron al primero de los dos conciertos celebrados ayer, la pequeña Lorena, ya fuera aplaudiendo, bailando o gateando, no paró quieta. La música, lejos de servir para dormir a los pequeños, despertó en ellos todo tipo de sensaciones. Mario, uno de los más pequeños con apenas dos meses, se despertó en cuanto empezó a sonar la música.
Como quiera que una imagen vale más que mil palabras, os acerco un video sobre una experiencia similar a la que os comento. Es un video de oeste.tv, cadena portuguesa de televisión caracterizada por su análisis en profundidad. Altamente recomendable... y se entiende muy bien.
En España, además de la experiencia viguesa y valenciana, he encontrado alguna referencia a experiencias similares en San Sebastián (hace ya algunos añitos).
En el caso de Vigo, repetimos músico. Se trata del pedagogo y músico portugués Paulo Lameiro, con quien los técnicos de la organización y el público debieron quedar tan encantados la ocasión anterior como yo ayer mismo. En abril el diario El País recogió en un artículo parte de la experiencia y opinión del músico y, después de leerla, he llegado a la conclusión de que mi hijo pequeño está muy dotado musicalmente, ya que se quedó como embobado y apenas se movió durante la experiencia. ¡Y yo pensando que era porque tenía sueño!
La experiencia, repito, merece la pena. Quizás si los padres de hoy en día dedicáramos más tiempo y de mejor calidad a nuestros hijos no tendríamos luego nuestros problemas llenando informativos. La frase con la que cerraron el concierto me dijo mucho. Vino a ser algo así como:
"Nos alegra mucho que hayan disfrutado de este concierto pero, mejor que los conciertos para bebés, es que ustedes mismos les canten canciones a sus hijos"
2 comentarios:
A tope
¿A que sí? ;-)
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