La parte relajante del viaje



Quien más, quien menos, estoy por asegurar que a todo el mundo le gusta la naturaleza.

Aunque sólo sea para verla retratada en fotos y de modo muy aséptico siempre resulta agradable ver a los animalitos de dios pastando por el prado, subidos a una rama, nadando distraídamente, o refocilándose en el légamo... por decirlo de una forma sutil.



A mis niños les encantan los animalitos esos de dios que acabo de comentar. En consecuencia se pasaron medio viaje pidiéndome que les retratara a todo bicho viviente que no anduviera a dos patas y se le supusiera cierta capacidad de raciocinio.



Uno, como pretende ser un padre modélico (¡¡¡ejem!!!) procura no disgustar a su prole, pero tampoco acostumbrarlos en demasía a ver cumplidas todas sus cuitas. De esta guisa procedí, retratando poco más de media docena de especies animales y vegetales (algún vegetal también resultó agradable a su vista, por desgracia)



y aquí os dejo una muestra de lo relajaditos que se les veía (a los animalitos) mientras nosotros intentábamos visitar todo aquello que podía interesarnos (y hacerlo en un tiempo no muy excesivo)



Unas pocas fotografías se hicieron en una travesía por un lago que, por cierto, resultó la parte más relajante de la visita pues, aunque breve, surtió efectos laxantes en el que esto escribe... y no me seáis malpensados... que ya tenía yo bastante en tensión mi cuello y mi espalda esos días.



A lo que se ve, ellos no tuvieron problemas con el vuelo de retorno a casa...



... y es que, la verdad, así da gusto dejar pasar el tiempo durante las vacaciones ¿o no?


8 comentarios:

Raquel dijo...

Pues sí, da gusto. Vacaciones... que ya las estoy necesitando...

Un abrazo

Irreverens dijo...

Pues que tus hijos conserven su admiración por la fauna y flora, que falta nos hace en las nuevas generaciones.

Precisamente estoy traduciendo un libro de animales, donde se habla de la cría de cada especie. Las fotos son todas de "animales bebé". Una auténtica monada (a pesar de que también aparezcan bichos como la peligrosa mamba verde).
:))))

Bicos

Belén dijo...

Tus fotos transmiten paz, hijo mio, tanta que igual me reconcilio con la naturaleza jajajajajajaj

Besicos

banderas dijo...

Raquel, siento haber dado envidia con estas vacaciones, pero ya me tocará a mi sufrir cuando vosotros os tomeis las vuestras.

Bicos ;-)

Irreverens, lo de mis hijos tiene tintes de comedia. Al mayor le dan mucho respeto los perros pero es capaz de coger casi cualquier invertebrado... el otro día encontramos un avispón muerto (por frío, supongo) y ni corto ni perezoso lo metió en un frasquito y se lo llevó al colegio. A veces dice que quiere ser "médico de animales"... Je!Je!

Mola lo del libro ese de bebés animales... como mis caracolitos... Je!Je!

Biquiños/Petonets ;-)

Belén, en efecto, ésta es la imagen pacífica del viaje... ya os pondré otros aspectos menos relajantes... Ja!Ja!Ja!

Bicosssss ;-)

JOAKO dijo...

¡Que bonitos bichos! mi hijo todavía se "pasma" ante todo lo que se mueve y siente una atracción muy fuerte por los pájaros.
Un abrazo

banderas dijo...

Joako, como has podido comprobar casi todo lo que se movía eran pájaros... era ver un gorrión y decirme ¡¡Papi!!¡¡Papi!! ¡¡Un pájaro!! ¡¡Hazle una foto!!

¿Qué quieres que te diga que a ti no te suene ya?

Otro abrazo ;-)

Anónimo dijo...

Vacaciones..........vacaciones......, el caso es que me suena, pero ahora no caigo. Ah!, Calla!! Ya sé!! es ese pequeño intervalo de tiempo entre trabajo y trabajo....sí, hombre, ese ratito en el que te sientas en un artilugio llamdo "taza del bater". Que no es eso??. Pues entonces no sé, porque eso es lo único que hoy por hoy asocio con descanso, y que no dura más que un pis. Ainsss.


Besazos.

banderas dijo...

¡Glups! Lo siento, cariño, ya sé que la vida del ama de casa está muy poco apreciada. Te juro que lo sé... y por eso me gustaría que tú algún día puedas disponer de más tiempo que ese mísero instante sobre el retrete y, desde la mañana hasta la noche, pudieras sentirte el centro del universo: sin hijas ni marido de los que preocuparte (no he dicho sin su compañía ¿eh?), con camas hechas y comida puesta sobre la mesa, y con todo el día por delante para respirar, tomar el sol o, simplemente, no hacer nada que no te apetezca hacer.

En atención a ti, por ahora dejaré el tema de éstas vacaciones. Ya ves... no quiero ponerte los dientes aún más largos... por ahora.

Biquiños ;-)