Injusticias a diestro y siniestro



Hoy haré una entrada atípica en mi. Por una vez seré brevísimo, y es que lo que he leído en dos blogs amigos me hace hervir la sangre contra el empresario español medio y el político gallego medio.

Siempre se habla de las "españoladas" como películas cutres, y del "españolito medio" como una persona tirando a corta de miras (o algo similar).

Hoy dedico mi entrada al "industriosito" (que oscila entre la sanguijuela y el vampiro) y al "politiqueiro" (que dudaba entre alimentar a los amigotes y alimentarse a si mismo a perpetuidad pero acabó decidiendo que Juan Pueblo puede con todo y traga con todo).



Sin palabras me he quedado.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente es para avergonzarse. Menuda noche llevo, fíjate que acabo de leer en un blog al que he llegado a través de otro blog de los que tengo enlazados, que nuestro país es una full comparado con otros, en el caso concreto que he leído es con Alemania, y luego ponía una relación de los sueldos de algunos políticos de por aquí y he alucinado.

banderas dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Vitru. Yo es que, por suerte, conozco otros países (entre ellos y especialmente Alemania, pues viví y trabajé durante dos meses allí) y nunca me creí las maravillas de cómo hemos mejorado en los últimos años.
- La precariedad laboral sigue ahí. - Los sueldos de mierda son la nota dominante.
- Los bancos y las grandes empresas (ahora nos vienen con una libertad de mercado inexistente pues el 90 % son "monopolios camuflados") ganan cada año un 30-40 % más que el anterior y se quejan porque en ocasiones precedentes ascendían un 60%.
- Por si fuera poco, lo que ganan suelen repartirlo todo (entre sus accionistas, claro) en vez de reinvertir en mejorar tecnológicamente (I+D+i) o en incrementar la productividad.
- Tampoco se plantean nunca que bajando precios pueden incrementar el número de clientes y, con ello, sus ganancias finales.
- La vivienda (tanto la propia como la de alquiler) sigue siendo un lujo, en vez de un derecho.

En fin... que me disparo y luego... grrrrr!!!

Raquel dijo...

Sí, tristes realidades que nos quieren vender camufladas y vestidas de lo que no son

banderas dijo...

Tristes, en efecto. Pero reales como la vida misma. Siento no estar muy efusivo, pero tengo un lío gordo por ahí... a ver si lo arreglo. Bicos

Viguetana dijo...

Demasiado temprano para digerir esto... grrrrrrr... sigo leyendo.