¿Queda algún clásico aún por ahí?



Yo tengo mis listas de cosas y de personas, como casi todo el mundo, supongo. De esta manera solemos priorizar y dejar bien claro lo que nos gusta y lo que nos disgusta menos... por decirlo de una forma diferente.


Esto viene a que, aunque hubiera preferido no tener que tachar de una de mis listas más antiguas un par de nombres, en sólo un día han caído dos de los grandes. Hablo, evidentemente, de los dos directores de cine que han decidido que ya estaba bien de vivir. A ambos los descubrí a una edad relativamente temprana (al menos para el tipo de cine que hacían) y en un mismo lugar: el Auditorio Martín Codax del Ayuntamiento de Vigo. En veranos lejanos en el tiempo una corporación municipal se dedicó a fomentar ciclos de cine clásico, obras de teatro y conciertos de clásica a precio cero, pero de eso hace ya demasiado tiempo. Si mal no recuerdo debía tener yo unos 14 años, 15 a lo sumo.

De Michelangelo Antonioni recuerdo una impresión fortísima con "El desierto rojo" que me subyugó con ese ambiente frío, neblinoso, industrial que utilizaba para reforzar el argumento de la película. Richard Harris (ya desaparecido también) bordaba su papel, y una hermosa Monica Vitti le plantaba cara sensacionalmente. Luego hubo otras veces... no muchas, pero sí las suficientes como para hacerme incorporar a este director a mi lista.

A Ingmar Bergman lo conocí gracias a su densísimo "El séptimo sello", obra que no intentaré mitificar más de lo que ya se ha hecho por ahí, y que me debió golpear en algún lugar entre mis dos orejas, porque me quedé lelo en la butaca del cine antes de salir a respirar aire puro a la calle.

Junto con estos dos grandes amores europeos tengo muchos otros... casi todos ya desaparecidos y no todos europeos (evidentemente). De entre todos, y por proximidad cronológica, destacaré a Federico Fellini, tachado hace tiempo de la lista (cada vez más cortita), cuya "La dolce vita" marcó un antes y un después en mi percepción del blanco y negro (en el cine y en la fotografía) y en mis fantasías eróticas de adolescente. Así que os dejo una imágen apta, preferentemente, para fetichistas y que no requiere más comentario.

La mítica escena del baño de "la Ekberg" en la Fontana di Trevi

¡Descansen (todos ellos) en paz!.

free music

7 comentarios:

Ana dijo...

Cierto Banderas, van quedando pocos. Y la pena es que no parece que vaya a haber reemplazos. Hablaría quizá de Eastwood, de Allen o de Coppola.

Y Berlanga en España, pero hace mucho que no hace cine y a mi, por mucho que digan, las escopetas nacionales no me apasionan especialmente.

Menos mal que los mitos nunca mueren.

Besitos.

Anónimo dijo...

Iba a nombrar a Eastwood y los otros dos que cita Cosichka también.. y seguro que hay más, sino, dales tiempo..

Anónimo dijo...

Pero su obra siempre estará ahí!

banderas dijo...

Cosi... yo no es que tenga realmente una lista escrita en papel de grandes directores de cine, pero a día de hoy pienso en los que yo considero clásicos y en ese grupo ya incluyo a Coppola y Allen (que son de los más jóvenes clásicos). Eastwood está ganando muchos puntos y por edad podría ser considerado "clásico"...ja!ja!ja!, pero como director no lleva demasiados años haciendo películas de calidad (desde "Bird" prácticamente"), así que me esperaré a que haya hecho un par de buenas pelis más y ya veremos.

En España tenemos muchos y buenos directores pero, o no producen mucha obra, o la someten muchas veces a los dictados del negocio. Aún así tienen grandes películas Gonzalo Suárez, Fernando Fernán Gómez, Mario Camus, Jose Luis Cuerda, Jaime de Armiñán y Victor Erice (entre los ya mayorcitos)y de los jóvenes a Bajo Ulloa (a pesar de llevar un tiempo parado)Julio Medem y Alejandro Amenábar. Dejo aparte al pirado de Ivan Zulueta (que nunca más conseguirá que le produzcan)y a la genio Pilar Miró (E.P.D.)

... en fin, pues sí que me salió una lista de directores españoles vivos larguita.

Bicos

banderas dijo...

Me crucé contigo, Susana... me salen muchos españoles y poquitos extranjeros... y es que no me paré a pensar en japoneses, chinos, europeos orientales, europeos occidentales, algún que otro yankee...je!je!je!... seguramente de orígen italiano (para variar).

Nos leemos. Bicos.

El Toro de Barro editorial dijo...

Lo que nos diferencia a los unos de los otros no son nuestras aptitudes, ni siquiera son lo mucho o lo poco que ambicionamos, sino nuestras elecciones. Me gustan las tuyas, me recuerdan todo cuanto soy y hay de escondido entre los múltiples rostros propios en los que uno se esconde para sobrevivir.
Ojalá pudiéramos tomarnos una buena botella de barro llenita de mezcal...

banderas dijo...

Gracias por tu comentario. Recuerdo que tengo pendiente una entrada sobre tu blog de poesía... y nuestra querida Neus.
Nunca he bebido mezcal... tequila alguna vez, pero mezcal ¿eso se bebe?.

Ja!Ja!Ja! Es que sigo de vacaciones... por poco tiempo.