La noche que trajo fuego


El 10 de julio de 1987 acabé de pulir un poema iniciado (o cuando menos inspirado) la noche de San Juan de 1986... hace ya 20 años... y dice el tango que veinte años no es nada. ¿Cómo habrá soportado el paso del tiempo un poema escrito por un muchachito de 19 años?




La noche que trajo fuego

Siempre se hace acompañar de luces potentes
pretendiendo ilusoriamente ser estrella más,
invitando con su luz al calor y a las mariposas nocturnas.
Un sueño como infernal y celeste
vuela por lo dulce de mi frente
y me trae un ángel trompetero.
Tatarí.
Ha sonado la primera trompeta.
Esto es que va a acabarse pronto esto.
Un pergamino ya ocre teñido revolotea
alrededor.
Lágrimas caídas me traspasan
como una tormenta
a sus pies.
Allá sobre la ventana enrejada de luz,
viendo ella las cascadas rubias
sobe las que vuela un ángel trompetero.
Tatarí.
La segunda trompeta vibra en las sienes.
Así esto va a acabarse pronto.
Ella no duerme, quizás, en la pesadilla.
Clava su pecho en puñales como llamas
surgiendo de la tierra
tal que otro que salta el obstáculo,
caldo de ojos él envuelto en cabelleras doradas
segadas por un ángel trompetero.
Tatarí.
Trompeta + trompeta + trompeta = 3 trompetas.
Si sé sumar esto va a acabarse pronto.
Y mi amada no puede verme
como yo en las cálidas lumbres
eternas de Hera esta vez.
No llama nadie al fuego porque sí.
No molestéis al amor dormido
o lo pagaréis muy caro para siempre -dije-
con un ángel trompetero.
Tatarí.
Y ya son cuatro las trompetas.
Está claro que esto va a acabarse pronto.
Clama perdón en sueños un niño de pecho.
Y yo que despierto empapado en semen
no subo la escalera que da al balcón.
Tampoco ella arropa mi ascenso con cantos
como debiera
coreados por un ángel trompetero.
Tatarí.
Y ya van quedando menos trompetas.
Pues esto va a acabarse pronto.
Y nosotros separados por un muro
de fósforos encendidos malamente.
Escapa mi amor a lomos de Aurora
o de lo que sea, o del oleaje de las masas, pero quiéreme
a pesar de no ser un ángel trompetero.
Tatarí.
Una más y esto ya no suena a trompeta
Sin duda esto huele a que va a acabarse pronto.
No rechacemos la posibilidad del azul en la frente.
Aprovechemos la ocasión de confusiones.
Dejaremos arrastrarnos
por el vertiginoso alud de acontecimientos
sin calibrar siquiera su benignidad
sólo por la fuerza de atracción de nuestros fuegos
más alla de todo bien y todo mal.
Sobre las plácidas cabezas
de los heraldos del supremo hacedor.
Nuestro pacto de sangre y fuego urge
traer tu miembro a mi para firmar ya
compromiso ante testigo un ángel trompetero.
Tatarí.
La última nota se va desvaneciendo en trompeta.
Y esto sí que se acaba.
Apúrate y rompe ese nuestro sello
de fuego.
Y campando por las respectivas áreas de peregrinación
al no importa qué sea
con tal de fundir nuestros ecos
llegaremos a los nádires del único sentimiento soberbio.
La noche sigue ahí,
espera asida a la balaustrada,
a que te decida la lluvia si no yo.
Y la muerte viene puntual.
Nos veremos. No lo dudes un instante.
La noche ha sido larga
siendo la más corta del año,
y ha acabado como tenía.
Bien. Al fin.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo con 19 añitos no escribía ésto ni la noche de san juan, ni la de fin de año..

Me parece que tiene mucho mérito :-)

Cómo pasa el tiempo!!

John 2.0 dijo...

¿Influencias de Lorca? ¿De Neruda? Sin ánimo de ofender, se te da mejor la prosa.

banderas dijo...

Susana con 18 años o con 19 lo que importa es el sentimiento,porque la técnica se aprende y, como bien dice John hay claras influencias de poetas del 27, que eran los que estudiabamos en COU.

Por otra parte, ya veo que la poesía no os motiva mucho a comentar...je!je!... o a lo mejor es que preferís callar para no ofenderme...ja!ja!ja!... No os cortéis en criticar, que hace ya mucho de estos versos y los puse porque por San Xoan recordé que los había escrito.

Bicos ; )

Desesperada dijo...

eh, lo siento, llevo unos días de locura, entre el curro y estar sin coche no doy abasto, por eso no comentaba! la poesía, bueno, no es mi estilo favorito. yo a esa edad tb escribía, pero entonces estaba enganchadísima a Aleixandre y le copiaba vilmente, ja ja ja, tú, al menos, tenías tu propia personalidad!

Anónimo dijo...

Creo que ya he comentado alguna vez que lo mío es escribir algo que intenta ser poesía, pero leerla se me atraganta. Supongo que me falta preparación para entenderla. El caso es que si has visitado Murmullos alguna vez, te habrás dado cuenta de que mi preferencia son las cortas. De todos modos, me encanta este último párrafo:

"La noche sigue ahí,
espera asida a la balaustrada,
a que te decida la lluvia si no yo.
Y la muerte viene puntual.
Nos veremos. No lo dudes un instante.
La noche ha sido larga
siendo la más corta del año,
y ha acabado como tenía.
Bien.
Al fin".
Bicos

banderas dijo...

Gracias. Gracias, fieles lectoras de mis cuitas.

Bicos.

Jove Kovic dijo...

Pues yo creo que soporta el paso del tiempo la mar de bien.