En 50 metros de Via Giulia (Crónica Romana XII)



Algo que no dejó de sorprenderme en Roma es la facilidad con que van apareciendo ante la mirada del visitante infinidad de lugares (monumentos, palacios, iglesias, fuentes, simples casas...) de las más diversas épocas y sin que uno realmente los busque.

Vamos a ver. Realmente hay una serie de lugares que todos vamos a ver o que, en principio, contamos con visitar en algún momento del viaje pero luego, y sin saber muy bien cómo, aparecen en medio de la nada lugares que, o bien no se citan en las guías, o bien están muy escondidos en las mismas, o bien pasamos por alto ya que no están especialmente recomendados.

Algo así nos sucedió en la Vía Giulia. En menos de 50 metros de esta vía perteneciente al "rione" (barrio) llamado "Regola" nos encontramos con la curiosa "chiesa" de "Santa Maria dell'Orazione e Morte", construida por una pía cofradía fundada para recoger los cuerpos de los pobres y desconocidos así como darles cristiana sepultura.




En su fachada destacan los elementos macabros, como no podía ser menos dado el nombrecito de la iglesia. Destaca, por su proximidad a la rasante de la calle, está lápida en mármol con la inscripción "Elemosine per i poveri morte che si pligiano in campagna. M DC XC IV" (Limosna para los pobres muertos en campaña. 1694). Por su cara interna esa misma lápida cuenta con otro dibujo de similar factura y una frase dirigida al corazón del posible donante: "Hodie mihi, cras tibi" (Hoy a mi, mañana a ti). A mi me parece una amenaza muy grave, pero en su época debía ser normal.



Por su parte, las calaveras que flanquean el dintel de la puerta principal (y alguna otra situada en la parte superior de la fachada del templo) tampoco pasan precisamente desapercibidas.

Restan aún más detalles alusivos al "tempus fugit", como la clepsidra que corona la misma puerta.

He buscado algo relativo a esta iglesia y me he encontrado que en su interior la decoración incluye lámparas y decoraciones hechas con huesos de los muertos que, supuestamente, tendrían cristiana sepultura... en fin... no es la primera iglesia con detalles de este estilo.

Dejando la iglesia cruzamos un arco que, según el diseño de Miguel Ángel, debería unir el Palazzo Farnese y sus jardines (a la derecha de la imagen se aprecia la vegetación de sus muros) con la Villa Farnesina (al otro lado del Tiber), pero la única parte ejecutada de éste proyecto es este Arco Farnese que apenas se vislumbra en la imagen... ni en la realidad, ya que está cubierto parcialmente por enredaderas colgantes.



Por cierto, el Palazzo Farnese es la embajada de Francia en Italia; y aunque la entrada principal está en la Piazza Farnese, sus jardines (en la parte posterior) son un auténtico remanso de paz en pleno centro de la ciudad. Eso sí; no son visitables. ¡Una lástima!



En cualquier caso, y para darnos envidia al resto del mundo, los franceses se han asegurado que podamos hacer volar nuestra imaginación dejándonos entrever parte de los mismos ya que la puerta trasera de la embajada es de vidrio.



Rematado el muro de la embajada francesa, y en la acera de enfrente, nos encontramos con una fuente antiquísima que ha reaprovechado para su vaso una bañera rectangular (que no aparece en esta imagen) de época romana esculpida en pórfido, y que seguramente provenga de alguna de las muchas termas de esa época.



Pues esto todo que acabamos de ver está en lo que nuestros compadres del otro lado del mar llaman "una cuadra"... y no muy grande.

Así es Roma, una ciudad que asalta al paseante con sus sorpresas artísticas. A mi me encanta que me sorprendan... sobre todo si es agradablemente... de manera que espero volver a ésta ciudad con las mismas ganas de dejarme sorprender a cada paso de caminante sin pausa pero sin prisa.




P.S. Como es habitual últimamente en mis posts, pulsando sobre el título se accede a la página que la web Roma Segreta dedica a la Via Giulia. Por lo demás comentar que, con este post, me despido hasta el domingo como muy pronto, ya que salgo de viaje de fin de semana con la familia.

6 comentarios:

MonikaMDQ dijo...

Me quedé con la quinta foto, te aviso para q te conste el "choreo". Preciosas fotas todas por cierto.

Que tengan buen viaje y pasen muy lindo fin de semana.
bacio!

banderas dijo...

Como diría Schwarzenegger (o como coño sea ese nombre) "¡¡No problemo!!

Espero relajarme de lo lindo. Desde que estoy en el nuevo trabajo vivo más relajado, pero un cambio de aires no le sobra a nadie.

Bicos.

Raquel dijo...

Gracias otra vez por el paseo y que disfrutes el fin de semana.
Un abrazo

Viguetana dijo...

Esa iglesia es digna de ser descrita en una novela de Stephen King... mamma mia!

Muy guapo todo, sip.

Y bueno, que paséis un fin de semana cojonudo. Parece que el tiempo se joroba un poco el domingo pero no parece que vaya a ser nada grave.

BICOS

Belén dijo...

Una amiga mia me dijo algo parecido a lo que me dices tu de roma... caminas y zas!!!! te encuentras con unos monumentos de impresion!!!!

Ya veo que tu tambien lo captaste :)))

Besos!

banderas dijo...

En Roma es fácil encontrarse con algún monumento, con algún edificio, con una esquina, una planta, una tienda, cualquier cosa puede ser hermosa. Si en todos los lugares del mundo es posible encontrar belleza en medio de la nada... o incluso de la inmundicia... en una ciudad como Roma este milagro se produce a cada paso. Ya veo que habéis captado perfectamente mi intención con esta entrada. Ya van quedando menos trocitos postales. Enseguida os pongo otro.

Bicos.

P.D. El fin de semana fue muy familiar y, en general, relajante. Mereció la pena. He vuelto a algún sitio de Portugal que ya conocía y he visto por primera vez alguno al que espero volver en breve. Siempre es placentero recuperar recuerdos agradables.