Por la calle te puedes encontrar de todo... y no me estoy refiriendo a personas y animales -de los que también hay todo tipo de ejemplares- sino más bien a la publicidad que se reparte, a los carteles que se pegan en farolas y buzones, cajas de alumbrado público y mobiliario urbano diverso.
Hace algún tiempo me dieron uno de esos folletos de distribución gratuita abarrotados de publicidad que alguien saca para, supongo, ganarse algún dinerillo... en este caso una ¿empresa? de marketing... y yo pensando que con ese "palabro" en inglés se referían a algo serio. ¡¡Vaya por dios!! En fin, uno que es muy inculto y desconoce los entresijos de las modernas tecnologías de comercialización y promoción de productos. ¡¡Qué le vamos a hacer!!
Al dar la vuelta al folleto me llevé un buen susto (supongo que esa era la intención del anuncio, porque impactar me impactó) puesto que lo primero que leí era algo tal que...
No había salido aún del shock del primer momento cuando leo casi a continuación
¡¡Dios mío!! ¡¡Han vuelto los nazis!! ¡¡Esto es mucho más serio de lo que yo pensaba!!
Pero no, no era eso. ¡¡No podía ser eso!!.
Ilustraban el anuncio una hermosa radio de época y una armario que... ¿para qué describirlos? Mejor os pongo la fotografía (los brillos de la radio son del original... ya que la imagen que estáis viendo ha sido escaneada y, por tanto, no hay flash posible sobre el papel satinado)
Desde luego la empresa anunciante cuenta con una imagen que cuidar, ya que el suyo es un trabajo muy especializado y con grandes "dosis" de imaginación, así que su logo a la fuerza ha de ser clásico... quizás algo soso ¿no?
... y es que, sin duda, el suyo es un trabajo muy serio porque sus "enemigos naturales" forman parte indisoluble de nuestra vida.
En fin, que el anuncio completo es, ni más ni menos, tal que así
Hoy, paseando con mi mayor por el centro de Vigo, me he sorprendido con un anuncio pegado en un buzón. Me llamó la atención básicamente por el hecho de que estaba plastificado, por la cifra que -aunque pueda parecer desorbitada- seguramente esté plenamente justificada y, sobre todo, porque habían arrancado todos las pestañas que tenía con el número de teléfono de contacto. Así que nadie se eche las manos a la cabeza ni ponga el grito en el cielo si se lo quitan de las manos por un ¡¡quítame allá esas pajas!!
de que está plastificado como la ausencia de solapas (12)
¿Verdad que es barato? ¡¡Crisis del ladrillo!! ¿Quién dijo crisis?