Se ve que los franceses aún recuerdan que un día 28 de marzo les echamos a patadas (con ayuda, bien es cierto) de nuestra ciudad que, si pueden, siguen devolviendo su venganza. Ayer volvía de mis minivacaciones desde la muy francesa ciudad de París y, en el superaeropuerto con nombre de presidente de república, me hicieron acordarme de su santa madre.
Primero era un simple retraso de 15 minutos. Luego nos llevaron hasta un Fokker 70 (suficiente para el pasaje habitual del vuelo directo Vigo-París y viceversa). Una vez dentro, nos comunican que hay algún fallo técnico en el aparato y que nos llevarán a otro avión para realizar nuestro trayecto.
Cuando estamos iniciando el descenso nos informan de que finalmente no nos dejarán en Vigo, sino en Santiago de Compostela. Según ellos se acaban de enterar, pero más de uno sabemos que simplemente no nos lo dijeron antes para no alterar aún más los ya calientes ánimos. Hay que tener en cuenta que entre el pasaje hay un nutrido grupo de marineros gallegos que ayer mismo empezaron su periplo en las Seychelles (donde llevaban 7 meses faenando), o una mamá con su bebé de cuatro meses que inició el viaje en Helsinki (más de 10 horas antes) sóla con su bebé (menos mal que era una niña de esas que sólo come y duerme tras una buena ración de "pecho")... además de muchas familias con niños pequeños (como era mi caso).
Llegamos a Santiago y aún nos queda más de una hora en autobús desde esa ciudad a la que originalmente era nuestro destino... Vigo. El problema es que mucha de la gente que iba a Vigo más tarde tendría que viajar a Portonovo (la mamá que venía de Finlandia), Ferrol (alguno de los marineros)... etc. y que aún les quedaban varias horas de viaje. Si yo llegué a mi hogar a las 2 de la madrugada de hoy (29 de marzo)... no me quiero imaginar a qué hora llegó el bueno del hombre que empezó ayer sus vacaciones y aún tenía que viajar hasta Ferrol.
El caso es que, como decía, se vengaron de los vigueses que pretendíamos llegar el 28 para celebrar la reconquista de nuestra ciudad de manos francesas durante la Guerra de la Independencia porque finalmente llegamos siendo ya 29 de marzo; y ya se sabe que "pasó el día, pasó la romería".